Hace una semana o así tenía intención de hacer una lista de propósitos de año nuevo. Y luego,
para dejar constancia de ello la iba a subir al blog y compartirla
con todos vosotros.
Pero
entonces me dije: un momento, ¿a quién le importan realmente esas listas? ¿Le interesan a alguien más sin ser tú? «No creo», me dije a mí mismo. Y
ahí, justo ahí, me di cuenta de que ya no me apetecía seguir con
el plan.
Al final hice
la lista, sí. Y la tengo anotada en una de mis libretas de apuntes.
Y me esmeré en poner en ella todo aquello en lo que creo que debo
mejorar, lo que debo corregir, lo que debo cambiar y lo
que debo emprender si quiero avanzar; pero en lugar de subirla al blog decidí guardármela para mí, para revisarla cada cierto tiempo y ver si he ido cumpliendo mis objetivos.
En uno de los puntos de esa lista dejé anotado lo siguiente:
—Eliminar
de mi vida todo aquello que sobra.
Esta
idea me vino mientras leía un libro en el que se mencionaba muy de
pasada la teoría de la «Navaja de Ockham».
William
Ockham fue un filósofo inglés que vivió en el siglo XIV. Su famosa
«Teoría de la navaja de Ockham» se fundamenta en un sencillo
principio: corta de tu vida todo aquello que sea innecesario. Es
decir, simplifica tu vida, céntrate en lo verdaderamente importante
y elimina todo aquello que te aparte de tus objetivos; no te
compliques más de lo estrictamente necesario.
Coincidió
que por aquellos días había recibido una advertencia de los
señores de Google en el que me informaban que habían determinado
que es posible que mis publicaciones infrinjan su Política de
contenido y conducta de usuario. En su escrito me advertían que
si continuaba infringiendo sus políticas, es posible que «no
puedas seguir utilizando alguna o todas las funciones de Google+».
Obviamente
les escribí solicitándome que me informasen de cuáles eran esas
supuestas «faltas» que había cometido, ya que no estaba en mi
ánimo saltarme ninguna norma de manera consciente.
Ha
pasado casi un mes de aquello y aún no he recibido una respuesta.
Así
y todo, decidí investigar un poco por mi cuenta las posibles razones
que podrían haber llevado al equipo de Google+ a hacerme llegar su
advertencia. Y para ello, ¿qué mejor que leer la lista de Actividades ilegales
que Google considera merecedoras de sanción?
Entre
las actividades merecedoras de sanción decidí centrarme en las siguientes:
—FOMENTAR ACTOS ILÍCITOS Y PELIGROSOS, COMO EL TERRORISMO, LA VENTA DE DROGAS ILEGALES O EL TRÁFICO DE PERSONAS.
Viéndolo en perspectiva puede
que sí, que haya incumplido esta norma, ya que según el criterio de
algunas esferas de poder el humor absurdo, la ironía,
el sarcasmo, la parodia y la sátira pueden ser
considerados actos ilícitos y peligrosos.
También
cabe la posibilidad de que mis libros sean considerados una droga
ilegal por cuanto fomentan la risa y el buen
humor; vamos, como un porro o un tiro de coca.
En
lo que ya no estoy tan de acuerdo es en lo del tráfico de
personas; a menos, claro está, que mis personajes sean
considerados personas, en cuyo caso, mea culpa.
—PROMOVER
O DIFUNDIR CONTENIDO QUE INCITEN AL ODIO
Es
posible —no lo descarto—, que algunos académicos de la lengua o
críticos literarios hayan llegado a escandalizarse con algunas de
las cosas que escribo y publico en el blog. Es muy posible. Como ya
he dicho, a algunos literatos «serios» el humor les provoca
urticaria. Aunque de ahí a que me odien...no sé.
De
momento lo dejaré en «probables».
—NO
ENVÍES INVITACIONES, AÑADAS PERSONAS A TUS CÍRCULOS NI ENVÍES
MENSAJES A PERSONAS QUE NO CONOZCAS DE FORMA AGRESIVA.
Yo
no conozco a personas «de forma agresiva». Todas las
personas que conozco, o las que no conozco pero me siguen o sigo, han llegado a mis círculos de manera pacífica y
amistosa, nunca «de forma agresiva».
—NO
MANIPULES EL RANKING MEDIANTE TÉCNICAS COMO EL USO DE METADATOS O
PALABRAS CLAVE REPETITIVAS.
Todavía
no sé qué cojones es el SEO, ni cómo cojones
funciona ni para qué cojones sirve, así que para manipular
rankings estoy yo. ¡Manda cojones!
Mira,
en lo de las palabras repetitivas igual sí que fallo. ¡Cojones!
—NO
DISTRIBUYAS MATERIAL SEXUALMENTE EXPLÍCITO O PORNOGRÁFICO.
Ni
un pezón femenino. Ni un mísero pezón femenino he subido jamás al
blog. ¡Con lo que me gustan a mí las tetas! Pero no. Mi blog no va
de eso.
—¿Cómo
que no?
Me
refiero a que nosotros no publicamos fotos de mujeres desnudas, ni yo
publico cuentos eróticos o pornográficos.
—Soso; que eres un soso.
—NO SE PERMITE LA DISTRIBUCIÓN DE IMÁGENES DE VIOLENCIA GRATUITA.
Que yo sepa jamás he subido al blog ninguna imagen de violencia gratuita. Para eso ya están los periódicos generalistas. ¿Los sancionarán por ello? Lo dudo.
—NO CREES NI UTILICES VARIAS CUENTAS PARA EVADIR
NUESTRAS POLÍTICAS, OMITIR BLOQUEOS O SUBVERTIR RESTRICCIONES
IMPUESTAS EN TU CUENTA. POR EJEMPLO, SI OTRO USUARIO TE HA BLOQUEADO
O SUSPENDIDO POR UN USO INADECUADO, NO CREES UNA CUENTA SUSTITUTIVA
QUE SE DEDIQUE A UNA ACTIVIDAD SIMILAR.
Vale.
Entendido. Lo único que espero y deseo es que si algún usuario de
Google Plus tiene intención de bloquearme o denunciarme por un uso
inadecuado de las normas de Google, que al menos tenga la decencia y
el decoro de informarme a mí antes.
Yo,
al menos, lo haría.
Bueno,
en realidad yo jamás denunciaría a nadie. Ni siquiera por poner
pezones femeninos en su blog. Es más, si a algún bloguero o
bloguera le diese por poner fotos de pezones femeninos en sus
respectivos blogs casi le agradecería que me pasase el enlace para
echarle un vistazo.
No me escandaliza el sexo. Considero que hay
cosas mucho más ofensivas y aberrantes que veo a diario en Internet.
De hecho, si hiciese una lista de cosas ofensivas y aberrantes que veo a diario en Internet mi lista sería casi tan larga como la de mis
propósitos de año nuevo.
En
fin, una vez dicho todo esto considero importante que sepáis que he
tomado medidas para evitar que la advertencia del equipo de Google se
convierta en una sanción.
Para
empezar, he hecho una limpieza a fondo de Comunidades de Google
Plus, dándome de baja en aquellas que considero que no eran
aptas para mis publicaciones.
Otra
de las medidas que he decidido adoptar es la de publicar mis posts en
no más de cinco comunidades al día, siguiendo un riguroso orden
alfabético.
Obviamente
seguiré fomentando el humor absurdo, la ironía, el sarcasmo y la
parodia en mis escritos. Una cosa es acatar unas normas
subjetivamente razonables y otra muy distinta es plegarse a la
censura. Eso nunca. Jamás.
Yo
soy como soy y escribo lo que escribo y como lo escribo. Si te gusta
lo que escribo, bien, y si no te gusta lo que escribo, no me leas.
Así de sencillo.
Y
para terminar, me gustaría desearos a todos un
feliz 2017. Incluso a la buena gente del equipo de Google Plus.